Así, un poco impactados, releyendo esos mismos cuatro números una y otra vez, queremos agradecerle a todos los que participaron en el Premio Itaú de Cuento Digital 2013, organizado por Grupo Alejandría. Gracias por confiar en este proyecto. Nos llena de amor y ganas, sobre todo, de seguir volteando paredes a puro cabezazo, nada de bulldozers ni masas ni taladro hidráulicos. Aprovechamos esta ola de alegría, que es bien distinta a la ola de frio que hay en la calle, para agradecerle al comité de lectura y al jurado por su silencioso trabajo de minería mental.
El trabajo fue suyo hasta ahora. Se sentaron a escribir, a corregir, reescribir, sentirse miserables, sentirse Borges, a abandonar-retomar-odiar-amar-amar-amar a la literatura. Se sentaron un montón y es por eso que volvemos una y otra vez a mirar esos cuatro numeritos: 1181. Mil ciento ochenta y uno. Mil. Ciento. Ochenta. Uno. Lo decimos con una sonrisa grande. Pero sabemos que ahora el trabajo es nuestro. Ahora hay que leer y ponerse en la a veces ingrata tarea de elegir, seleccionar y ser, un poco y contra nuestra voluntad, injustos porque estamos seguros que habrán muchos, muchísimos cuentos de un nivel fantástico.
Entonces, ahí vamos. A leer. Y a agradecerles a todos los que participaron y a todos los que son parte de este proyecto desde el otro lado del mostrador.
Un caluroso abrazo cibernético para vosotros.
Nosotros, los pibxs de Alejandría.
El trabajo fue suyo hasta ahora. Se sentaron a escribir, a corregir, reescribir, sentirse miserables, sentirse Borges, a abandonar-retomar-odiar-amar-amar-amar a la literatura. Se sentaron un montón y es por eso que volvemos una y otra vez a mirar esos cuatro numeritos: 1181. Mil ciento ochenta y uno. Mil. Ciento. Ochenta. Uno. Lo decimos con una sonrisa grande. Pero sabemos que ahora el trabajo es nuestro. Ahora hay que leer y ponerse en la a veces ingrata tarea de elegir, seleccionar y ser, un poco y contra nuestra voluntad, injustos porque estamos seguros que habrán muchos, muchísimos cuentos de un nivel fantástico.
Entonces, ahí vamos. A leer. Y a agradecerles a todos los que participaron y a todos los que son parte de este proyecto desde el otro lado del mostrador.
Un caluroso abrazo cibernético para vosotros.
Nosotros, los pibxs de Alejandría.
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